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• El aparato debe estar completamente seco antes de ponerlo de nuevo en
servicio.
¡Atención!
• Aceites esenciales y sustancias solventes orgánicas pueden atacar los
elementos en material sintético, por ej.
– zumo de limón o cortezas de naranja;
– mantequilla ácida;
– sustancias detergentes que contengan ácido acético.
Evitar el contacto entre los elementos del aparato y dichas sustancias.
• No utilizar nunca sustancias detergentes abrasivas.
1. Quitar los alimentos. Envolver los sobrecongelados con varias hojas de
diario. Guardar dichos alimentos en un sitio fresco.
2. Apagar el aparato y desenchufar la clavija de la toma de red o bien
desconectar o desenroscar el fusible.
3. Limpiar el aparato y los accesorios internos con un paño suave empapado
de agua caliente. Eventualmente añadir un poco de detergente para lavar
platos.
4. Aclarar y secar frotando.
Los depósitos de polvo en el condensador, situado en la parte trasera del
aparato, reducen notablemente la potencia de enfriamiento por lo que
aumentan el consumo energético. Es necesario pues limpiarlo
esmeradamente, una vez al año, con un cepillo o una aspiradora.
6. Examinar el agujero de desagüe del agua de descongelación, situado en la
parte trasera de la sección frigorífico.
7. Una vez que todo está bien seco se puede poner de nuevo en servicio el
aparato.
Consejos para ahorrar energía
• No instalar el aparato cerca de hornos, elementos calentadores ni otras
fuentes de calor. Con temperaturas ambiente elevadas, el compresor se
pone en marcha más a menudo y por más tiempo.
• Garantizar una ventilación suficiente en entrada y en salida. No tapar
nunca las ranuras de ventilación.
• No poner nunca alimentos calientes dentro del aparato; primero dejar que
se enfríen.
• Abrir la puerta sólo por el tiempo necesario.
• No seleccionar una temperatura más fría que lo necesario.
• Poner los alimentos a descongelar en la sección frigorífico. El frío
generado por la descongelación contribuye en enfriar la sección